martes, 14 de marzo de 2017

¿Qué pueden decir los fósiles del cambio climático?




En 2015 la revista Trends in Ecology & Evolution publica un artículo titulado "Paleophysiology: From Fossils to the Future", en el que se pretende abordar la siguiente pregunta: ¿puede el estudio de los fósiles indicarnos cómo afectarán los cambios ambientales en el futuro de las especies?


Entender cómo los organismos responderán a las condiciones ambientales futuras es un reto clave para la Paleontología a día de hoy, cuando el cambio climático está en boga. De esta forma, los ecosistemas están siendo alterados con el incremento de la temperatura global, el aumento de los niveles de dióxido de caborno o el incremento del nivel del mar.
This graph, based on the comparison of atmospheric samples contained in ice cores and more recent direct  measurements, provides evidence that atmospheric CO2 has increased  since the Industrial Revolution.  (Source: [[LINK||http://www.ncdc.noaa.gov/paleo/icecore/||NOAA]])

El registro geológico demuestra que algunas de las condiciones que se podrían proyectar para el futuro recuerdan a circunstancias que fueron habituales antes de que los humanos existieran. En muchos casos, las extinciones en el pasado fueron selectivas con respecto a determinados rasgos, como puede ser la homeostasis interna o la capacidad fotosintética.  De hecho, muchas de las características fisiológicas de las especies se conformaron bajo determinadas condiciones extremas. Puede servir de ejemplo la extinción masiva del final Pérmico, cuando desaparecieron el 95% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres. Esta gran extinción fue aparentemente menos severa para animales con tolerancia a la hipercapnia, a una alta concentración de CO2 en la sangre. Antes de la crisis del Pérmico, había una alta cantidad especies de braquiópodos morfológicamente y ecológicamente muy diversos; tras la crisis, se extinguieron muchos tipos y sus representantes vivos se caracterizan por una tasa metabólica y de crecimiento lenta. La disminución de la actividad durante una o más etapas de la vida probablemente también permitió a determinados linajes a presistir durante prolongados períodos de estrés fisiológico. Esta capacidad debió de ayudar a mamíferos pequeños a sobrevivir a la extinción del final del Cretácico, como ejemplifican los tenrécidos, mamífero endémico de Madagascar que se aletargan durante la estación seca en su madriguera


Probablemente muchas especies tendrán que adaptarse en un futuro a condiciones extremas de calor o se extinguirán. Temperaturas superiores a 31 ºC serán habituales en la superficie del mar. De esta manera, los mares tropicales vovlerán a temperaturas que no tenían desde el Cretácico, hace 120-90 millones de años. Evaluar qué especies fueron capaces de prosperar durante esta etapa puede ofrecer pistas sobre qué organismos podrían sobrevivir o adaptarse mejor. Dada que las concentraciones de oxígeno en el agua caen cuando la temperatura aumenta, la respiración aérea será probablemente esencial para muchos animales acuáticos. En el Mediterráneo, la disminución de las precipitaciones, así como la disminución del aporte de los ríos debido a las obras hidráulicas llevadas a cabo en sus cauces, están provocando un aumento de la salinidad del mar que ya ha empezado a afectar a los ecosistemas marinos. Hace 5 millones de años, a finales del Mioceno, este mar quedó aislado del reso de océanos lo que aumentó la evaporación, haciendo que quedase casi seco y que aumentase la salinidad, causando la extinción de gran parte de la fauna profunda. La termorregulación y el comportamiento son opciones disponibles para determinadas especies, pero no para las plantas y muchos animales marinos. Por tanto, el descubrimiento y estudio de fósiles complementa el trabajo sobre especies vivientes y puede ser determinante a la hora de evaluar cómo el cambio climático afectará a muchas especies.

Referencias:

Para ver imágenes recientes sobre el cambio climático: https://climate.nasa.gov/images-of-change?id=588#588-ice-avalanche-in-tibets-aru-range

https://climate.nasa.gov/vital-signs/carbon-dioxide/

Geerat J. Vermeij, 2015. Paleophysiology: From Fossils to the Future. Trends in Ecology & Evolution, Vol. 30, No. 10

http://www.agenciasinc.es/Noticias/Las-actividades-humanas-aumentan-la-salinidad-del-agua-dulce
 

lunes, 6 de marzo de 2017

MOMIAS Y TATUAJES


La práctica de tatuarse la piel está documentada en varias culturas de la Prehistoria y el Mundo Antiguo. Uno de los casos más conocidos es el de Ötzi o el "hombre de hielo", una momia encontrada en la parte italiana de los Alpes y que perteneció al Calcolítico. Sobre su cuerpo se encontraron más de cuarenta tatuajes en forma de rayas paralelas y cruces. Este individuo padeció osteoartritis y los tatuajes coinciden con los puntos corporales más afectados, por lo que se ha planteado la hipótesis de que podrían ser tatuajes terapéuticos.

Pero hay más casos. En la Rusia siberiana se halló hace más de diez años la momia de una mujer conocida como "princesa Ukok" que fue inhumada hace 2500 años junto a seis caballos perfectamente equipados para que la acompañasen en su viaje al más allá. En su caso, los tatuajes tienen un claro sentido estético que se han interpretado en un sentido mágico-protector y de pertenencia. Según el Dr. Polosmak "los tatuajes fueron utilizados como medio de identificación personal, el quivalente a un pasaporte actual que les sería de gran ayuda en la otra vida para reencontrarse con familiares y amigos."Resultado de imagen de princesa Ukok

En América destaca la región andina, donde se ha encontrado un gran número de momias con tatuajes, como es el caso de la conocida como "Momia Tolteca". En este caso, se piensa que ostentar tatuajes de tal calidad estética reflejaría cierta jerarquía dentro de una comunidad y estaría relacionado con prácticas de tipo mágico-religiosas.

Con todo esto, vemos que el tatuaje es una antigua forma de expresión mediante el propio cuerpo y que la imagen muchas veces posee significados e implicaciones importantes para los miembros de una comunidad. Desentrañar esos significados es un gran reto para la Arqueología.


FUENTES

Leboeiro et al. 2013. Momias y tatuales, Leopoldo Batres y la Momia Tolteca, Arqueología mexicana, vol. 21, nº 121
http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/la-princesa-siberiana-ukok-volvera-a-exhibir-sus-tatuajes-2-500-a
http://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/momias-y-tatuajes

jueves, 16 de febrero de 2017

RE-DESCUBRIENDO LAS BATALLAS DEL CID

El estudio toponímico que aparecen en el Cantar del Mio Cid había llevado a un grupo de historiadores y arqueólogos a realizar una excavación en el año 2004 en el páramo de Ateza (Zaragoza).
En diciembre de 2016, volvieron a excavar la zona con la financiación de la Diputación Provincial de Zaragoza, y la hipótesis de que este emplazamiento pueda corresponderse con el que aparece como "Alcocer" en la literatura medieval cobra fuerza:

Cuando vio mio Cid que Alcocer no se entregaba,
él hizo una estratagema, mas no lo retrasaba:
plantada deja una tienda, las otras se las llevaba,
avanzó Jalón abajo con su enseña levantada...
Versos 574 y ss. CMC

Esta última campaña de excavación ha proporcionado vestigios taifal hispano del siglo XI y principios del XII, así como un gran porcentaje de ceniza en la tierra y fragmentos quemados y rotos de vasijas que inducen a pensar que el campamento musulmán fue abandonado rápidamente. Esta aparente huida puede responder, según los arqueólogos, a que hayan encontrado realmete el sitio en el que se sitúa el episodio del Cantar del Mio Cid, o bien el sitio que fue quemado durante la conquista del Alfonso I el Batallador de la comarca de Calatayud en 1120.

Seguramente las futuras excavaciones que se realicen en el lugar ayuden a despejar estas incógnitas.






FUENTES

http://www.20minutos.es/noticia/2928189/0/restos-arqueologicos-excavacion-batalla-alcocer-cid-campeador/ [1-1-2017]

http://arqueologiaenred.paleorama.es/2016/12/excavando-un-campo-de-batalla-de.html [27-12-2016]

lunes, 6 de febrero de 2017

CALL FOR PAPERS EN ARQUEOWEB

La revista ArqueoWeb de la Universidad Complutense de Madrid ha abierto el Call for Papers para su siguiente número.

Buscan propuestas que se inserten en las siguietes temáticas:

-Estusdios sobre casos concretos que hayan sido objeto de relatos pseudoarqueológicos.
-La autoridad en la producción del conocimiento arqueológico.
-La dimesión social y política de la Pseudoarqueología y las Arqueologías Alternativas.
-Las relaciones experto-profano en Arqueología.
-La divulgación en Arqueología. Retos y estrategias a seguir ante los discursos pseudoarqueológicos.
-La creación de discursos pseudoarqueológicos con fines políticos.
-La Pseudoarqueología. Fórmulas y estrategias de comunicación y análisis de su retórica.
-El funcionamiento de la industria de la Pseudoarqueología y Pseudociencia.


Las propuestas podrán enviarse hasta el 30 de Abril de 2017.

Para más información: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/arqueoweb/AW_CallForPapers_ES.pdf

martes, 27 de diciembre de 2016

LOS PRIMEROS EUROPEOS NO DOMINABAN EL FUEGO


El pasado 15 de diciembre, la agencia Sinc se hacía eco de una noticia referente a los primeros homínidos europeos y su relación con el fuego. A través del análisis de la placa dental de la mandíbula de Homo sp. encontrada en el yacimiento de Sima del Elefante (Trinchera del Ferrocarril, Sierra de Atapuerca), se determinó que los alimentos que se consumían en la Sierra de Atapuerca hace 1,2 millones de años no se sometían al fuego. 

Otra muestra de la falta de dominio del fuego para esos primeros homínidos europeos viene de la mano también de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Pese a su enorme potencia estratigráfica, su elevado número de restos arqueológicos y la buena conservación con la que estos se encuentran, no hay en ellos evidencia, para todo el Pleistoceno, del uso del fuego.

Parece que las primeras evidencias de uso regular del fuego se retrotraen en África a los 1,6 millones de años, aproximadamente. En la lógica de los investigadores cabía pensar que la colonización de nuevos territorios fuera de ese continente, especialmente hacia zonas de Europa donde las temperaturas serían mucho más bajas que las africanas, se vería acompañada del uso intensivo del fuego. Las razones no serían sólo alimenticias, ya que muchos nutrientes son mejor asimilados por el cuerpo humano cuando provienen de alimentos cocinados; sino también de protección, el fuego proporciona calor ante las bajas temperaturas y nos defiende de posibles depredadores; es un símbolo de sociabilización, alrededor de una hoguera se forjan los lazos sociales tan necesarios para la cooperación y la supervivencia y, por último, nos proporciona iluminación, muy útil para la exploración de nuevas áreas cuando no disponemos de luz diurna o para la incursión en  cavidades, cuyas bocas eran uno de los hábitats preferidos por los primeros europeos.

Revisando las evidencias arqueológicas parece que los primeros homínidos llegaron a las latitudes más elevadas de Europa sin el uso habitual del fuego. La primera prueba inequívoca del dominio de esta habilidad en nuestro continente se encuentra en Qesem Cave, en Israel, datada en 300-400 mil años aproximadamente. Son en este caso los Neandertales los que nos dejan amplias demostraciones del su control en esta técnica. No se descarta, sin embargo, que con anterioridad los homínidos se ayudasen del uso oportunista del fuego, es decir, del aprovechamiento del mismo cuando se produce de manera natural, pero las evidencias de dicha práctica son muy difíciles de identificar en el registro arqueológico. 

Además de los beneficios que el nuevo conocimiento desarrollado les ofrecía a los Neandertales, como ya hemos comentado, estos aprendieron también a manipular ciertos materiales ayudándose del fuego, lo cual les permitió trabajar nuevas materias primas o hacerlas más resistentes.

Con todo ello, pese a que hoy entendemos el descubrimiento del fuego como una de las primeras revoluciones tecnológicas que nos ayudaron a desarrollarnos como especie, en Europa aprendimos a sobrevivir mucho antes que a controlar las llamas.


Fuentes consultadas:

Hardy, K.,  Radini, A., Buckley, S., Blasco, R., Copeland, L., Burjachs, F., Girbal, J., Yll, R., Carbonell, E., Bermúdez de Castro, J. M. 2017. Diet and environment 1.2 million years ago revealed through analysis of dental calculus from Europe’s oldest hominin at Sima del Elefante, Spain. The Science of Nature, 104 (2).


Roebroeks, W. & Villa, P. 2011. On the earliest evidence for habitual use of fire in Europe. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 108 (13), 5209-5214.

Stahlschmidt, M.C., Miller, C.E., Ligouis, B., Hambach, U., Goldberg, P., Berna, F., Richter, D., Urban, B., Serangeli, J., Conard, N. J. 2015. On the evidence for human use and control of fire at Schöningen. Journal of Human Evolution, 89, 181-201.

Imagen extraída de la película “En busca del fuego”, Jean-Jacques Annaud, 1981.

martes, 20 de diciembre de 2016

ETNOARQUEOLOGÍA. APORTES Y REFLEXIONES.

En este mes de diciembre, la revista Journal of Anthropological Archaeology ha publicado un volumen especial sobre Etnoarqueología. Esta disciplina nace con el surgimiento de la Nueva Arqueología americana en la década de los sesenta del siglo XX, dada la relación directa entre los restos arqueológicos que se estaban excavando y los sucesores, vivos, de los grupos indígenas que los habían producido. Su objetivo: llegar a conocer qué tipos de comportamientos pueden originar los conjuntos de cultura material hallados en los yacimientos.

Desde entonces, la Etnoarqueología ha hecho muchísimos aportes para interpretar el registro arqueológico, como pueden ser la denominadas "curvas Nunamiut". Entre 1969 y 1972 Binford estudió varios campamentos de caza recién depositados de un grupo Inuit de Alaska (los Nunamiut). A partir de ello, estableció patrones de representación esqueléticas de las presas para inferir modelos de forrajeo y transporte de carcasas. Hoy en día estas curvas son utilizadas por casi todos los trabajos que pretenden concluir estrategias de transporte de carcasas a partir del registro faunístico. Además, la Etnoarqueología también ha aportado importantes reflexiones sobre las comunidades cazadoras-recolectoras del pasado.

Habitualmente, el surgimiento de la complejidad socioeconómica se ha relacionado con sociedades productoras, lo que ha tenido como consecuencia la definición de los grupos pre-agrícolas como "igualitarios" desde el punto de vista social y económico.  Sin embargo, la Etnografía demuestra que la desigualdad y complejidad social y económica existe también en comunidades de cazadores-recolectores (sobre todo basadas en la edad, el sexo,las  habilidades o los conocimientos rituales). De este modo, detrás de unas evidencias arqueológicas que podrían proporcionar una falsa imagen de "simpleza", podría haber una gran variedad de situaciones.

Si retrocedemos a tiempos paleolíticos, la cultura material apenas varía en unos lapsus de tiempo muy amplios. De este modo, las culturas materiales que podemos encontrar en el registro de 1.8 millones de años no difiere mucho de las que podemos encontrar un millón de años después (hace 800 000 años). ¿Podría estar esta aparentemente lenta evolución cultural condicionada por las limitaciones cognitivas que la biología imponía a aquellas especies humanas? ¿No tenían imaginación? ¿O simplemente es que no se han preservado otras manifestaciones culturales?

Hernando-Gonzalo estudió algunas comunidades cazadoras-recolectoras de América y nos proporciona algunas posibles pistas. En estas comunidades, el futuro no es percibido como en la sociedad occidental. Para nosotros, el futuro es un conjunto de posibilidades tan amplio como la imaginación es capaz de concebir. Para ellos, el futuro debe ser de la manera del presente, de la manera que ha garantizado hasta el momento la supervivencia. Mientras que en las sociedades occidentales actuales pretendemos construir un presente a la medida de un futuro que imaginamos, estas sociedades cazadoras-recolectoras aspiran a construir un futuro a la medida del presente que conocen. Por todo ello, mientras nuestra sociedad valora el cambio como clave del funcionamiento social y personal y, por tanto, como lo deseable, estas otras no contemplan el cambio como parte de un sistema positivo. De todo ello se deriva que mientras nuestro pensamiento se caracteriza por la capacidad de imaginación de posibilidades no experimentadas, el suyo es un pensamiento más concreto, vinculándose en su necesidad de fantasía al mundo mítico, el cual se define por el estatismo y la falta de referencia al tiempo.

El hecho de que todavía hoy se realice una gran cantidad de nuevos estudios sobre comunidades cazadoras-recolectoras actuales, refleja que estas aportaciones y reflexiones son valiosas para la Arqueología y que todavía queda mucho por hacer.
Resultado de imagen de inuit

BIBLIOGRAFÍA

BINFORD, Lewis R., 1978, “Nunamiut Ethnoarchaeology”, American Antiquity, 45 (1): 203-205.
GONZALO, Almudena H. 1995, “La Etnoarqueología, hoy: una vía eficaz de aproximación al pasado”, Trabajos de Prehistoria, 52 (2)

LUPO, Karen D., CODDLING, Brian F. (eds.), 2016, "Progress in Theoretically Driven Hunter-Gatherer Research. Journal of Anthropological Archaeology", Journal of Anthropological Archaeology, 44 (Part B).

jueves, 15 de diciembre de 2016

RECORDATORIO CALL FOR SESSIONS

Desde la Asociación de Historia y Arqueología de Burgos, os recordamos que hasta el 15 de enero está abierto el plazo de recepción de propuestas para mesas redondas, sesiones y workshops de las X Jornadas de Jóvenes Investigadores de Arqueología. L@s interesad@s podéis enviar la propuesta a jia2017burgos@gmail.com cubriendo el formulario que podéis descargaros en nuestra página web : http://jia2017burgos.wixsite.com/jia2017burgos/1a-circular

¡Os animamos a participar!